Los perritos son mascotas que están presentes en la vida diaria de muchas personas, por ello, mencionaremos cómo medir su inteligencia, de acuerdo con un test realizado por Stanley Coren, quien es profesor de psicología, investigador neuropsicológico y escritor sobre la inteligencia, las habilidades mentales y la historia de los 'lomitos'.

Dicho test consiste en una serie de pruebas en las cuales los caninos obtienen puntos para llegar a una calificación final que determinará su nivel de inteligencia.

No obstante, antes de empezar con las pruebas se debe considerar lo siguiente: 

Para esta prueba se deben hacer todos los pasos que se realizan antes de ir a dar un paseo, pero sin llamarle al perrito. Por ejemplo, tomar el abrigo, las llaves y su correa, aunque sin ir hasta la puerta.

Para esta prueba se necesita una golosina o algún otro alimento que le guste al 'lomito', la cual se le debe mostrar y dejar que huela por unos segundos y luego taparlo con una lata. Al dejarlo se pone en marcha el cronómetro.

En esta prueba se deben cambiar algunas cosas o muebles de su lugar habitual mientras el perro está fuera de la casa, incluso se le puede cambiar el plato de comida o agua para que lo busque, añadir un par de sillas o mover una mesa a otro lado de la sala. El cronómetro se pone en marcha cuando el perrito entra.

En esta prueba se necesita una manta pequeña o una toalla, con la que se le tendrá que tapar la cabeza al perro de forma que no pueda ver nada y poner en marcha el cronómetro.

Esto se debe hacer en un momento en que el perro esté sentado a un par de metros de nosotros, después hay que mirarlo a los ojos y, en cuanto mire esperar 2 o 3 segundos para darle una sonrisa, sin hacer más gestos.

Esta prueba es similar a la segunda pero con más dificultad de manipulación de objetos. Pues en lugar de una lata se debe poner un trapo o toalla pequeña encima de su alimento o la golosina.

Esta prueba se conecta con la siguiente. En una habitación despejada, enseñamos al perro una golosina que no tenga olor fuerte y se la dejamos olfatear para que sepa que es comida.

Dicha golosina o alimento se debe colocar en una esquina de la habitación esquina de la habitación y sacarlo durante unos 10 segundos para luego hacerlo entrar de nuevo, poniendo el cronómetro en marcha.

Esto se debe hacer inmediatamente después del prueba 7, siguiendo exactamente los mismos pasos, pero ahora se coloca el alimento en una esquina diferente y se saca al perro de la habitación por 5 minutos. Al entrar de nuevo arrancamos el cronómetro.

En la novena prueba se requiere de una tabla, y un par de libros o guías de teléfonos que la sostengan, de forma que quepan las patas del perro pero no pueda meter la cabeza debajo. Además, se le debe poner peso suficiente encima de modo que el perrito no pueda levantar la tabla.

Una vez armada la trampa, se le muestra algo de comida al perro y se deja que la huela para luego ponerla debajo de la tabla mientras él la ve y se pone en marcha el cronómetro.

Con el perro sentado a un par de metros, y usando el tono de voz que se emplea para llamarle, pronunciamos una palabra cualquiera que no se parezca a su nombre.

Esta prueba consiste en tratar de hacer que el perro aprenda una orden nueva. No hay que pedir nada demasiado complicado, basta con algo sencillo que el perro no haya hecho nunca. Por ejemplo, sentado a nuestro lado, una orden para que se levante y se gire sentándose frente a nosotros, entre otras.

La primera vez el perro no sabrá que queremos, por lo que habrá que guiarlo a esa posición, felicitarlo y premiarlo cuando lo haga y repetir la orden dos veces más, ayudándole.

Después se debe repetir la orden dos veces más, pero ahora esperaremos un instante antes de ayudarle, guiándole con la correa y luego repetir sin movernos para nada.

Si falla, repetimos 10 veces más, ayudándole.

En este problema se debe colocar una muestra de comida en un sitio de forma que el perro la vea y antes se le haya dado a olfatear.

Sin embargo, el perro no puede acercarse directamente sino que debe tener algún obstáculo para encontrar un camino hasta llegar a ella. Por ejemplo, se puede usar una caja grande abierta por un extremo, y con una ranura por donde el perro vea la comida pero no pueda pasar. Se suelta al perro y se pone en marcha el cronómetro.

Al final de todas las pruebas, se suman todos los puntos conseguidos en ellas por nuestra mascota y así es como se conoce su nivel de inteligencia.